Los discursos de campaña y su aplicación real.

Hace ya tiempo atrás, comenté en este medio la forma en que la propaganda política invadía inclusive internet, citando en particular mi caso personal con la candidata a Concejala por La Reina, Josefina Ruiz-Tagle. En dicha ocasión, la candidata manifestó que su propaganda por internet se debía a que ella era una "candidata joven, independiente (aunque con apoyo PS), con una campaña pobre, hecha por voluntarios entusiastas" y, refiriéndose a los recursos de campaña que poseía, señaló que "nos enfrentamos a una maquinaria electoral millonaria de los partidos políticos, especialmente los de la alianza por Chile. En este sentido, medios como Facebook democratizan la propaganda, ya que no se necesitan inversiones escandalosas (y antiecológicas, y feas) para dar a conocer ideas e invitar a sumarse a la campaña.".

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De esto datan ya 1 mes y 3 días. En el mismo tema se produjo una discusión (de las cuales pueden ver los comentarios en el artículo mismo, e inclusive podría subir las imágenes de respaldo de los comentarios que tengo en mi poder, así como los feeds RSS de comentarios) dentro de las cuales la candidata en cuestión señaló inclusive, en torno a la "escasez" de propaganda que poseía (y ante la cual yo señalaba que había tenido la oportunidad de observar como las calles estaban tapizadas de su propaganda) que sus hijos prácticamente tenían que "buscar a Wally" para encontrar propaganda suya.

¿Podríamos considerar todo esto parte de un discurso político de presentación? A mi parecer, si. Y lo más llamativo es que cada uno de los comentarios que la candidata en cuestión señalara se desdijo con algo que cualquiera que transite por la comuna de La Reina puede observar:

a) Una campaña antiecológica (con mucho uso de papel, en especial con publicidad pegada a los postes, paraderos de micro, palomas, etc.)

b) Una campaña "fea" (ver 40 tiras diciendo "Josefina Ruiz-Tagle - A mi Reina yo la cuido" pegadas en todas las direcciones posibles en un mismo poste, paradero o muro es TODO menos "linda" o algo así)

c) Una campaña con mucha publicidad, inclusive más que de algunos de sus propios compañeros (carteles pintados con témpera versus pancartas, letreros, etc.), o con muchos "Wallys" para ser encontrados, y

d) Una campaña que ni siquiera respetó los tiempos de publicidad, pues hasta el día de hoy siguen estando algunos carteles con el rostro de la candidata, así como postes y paraderos de micro tapizados de estas tiras fucsia en multisentido de orientación, que dudo mucho que vayan a sacar prontamente.

De muestra, un botón: av. Simón Bolivar con Vicente Reyes, día de hoy:

Y si antes de que este mensaje tenga algún efecto (léase: remoción de propaganda absoluta) alcanzo a tomar fotos de este "papel tapiz fucsia" de paraderos y postes, también serán añadidas en este artículo.

Y, estimada candidata... ¿en que quedó la campaña "pobre", y que no quería ser "antiecológica" o "fea"? ¿En qué quedó la diferencia con la Alianza con Chile? Lamentáblemente, sólo veo que esas palabras reflejan la conducta de la gran mayoría de los políticos de este país: hablar mucho y hacer poco. Una lástima, pues el hecho de que apareciese a responder a la temática que yo trataba me daba a entender que existía un real interés por la gente, pero veo que no es tal.


Saludos.