Hace unos días mi vieja me contaba sobre un caso donde una señora (de edad media, 48~50), tras varios sucesos en su vida, había otorgado un poder a una persona de su entera confianza, para administrar sus bienes y finanzas. Lamentáblemente, esta persona hizo uso de sus nuevas facultades en beneficio propio, despojando a la señora antes mencionada de todos sus bienes y recursos, internándola en un hogar de reposo y dejándola totalmente abandonada, en conjunto con una salud que día a día se deterioraba más y más. Afortunadamente para ella, sus antiguas compañeras de colegio supieron de la situación, y una de ellas, con muy buena posición, comenzó a tomar cartas en el asunto, partiendo por sacarla del lugar donde se encontraba (que, por demás, una mediagua era un hotel 5 estrellas al lado de dicho lugar).
Luego de ello, se suscitó en el norte el terremoto que desplomó y destrozó los pueblos de Tocopilla, María Elena y Huara, por mencionar algunos. Junto con el desastre que ello implica, los aproximadamente doce muertos y más de cien heridos, se suscitaron dos hechos que me fueron por demás sorprendentes: una excesiva alza por parte de los vendedores de la zona en relación a los productos que ofrecían (el kilo de pan de 700 u 800 pesos a 1500, el agua a 7 mil pesos el bidón, etc.), y por otro lado, antisociales saqueando las pocas pertenencias que aún poseían los damnificados, y dejándolos ya no en la calle (donde ya se encontraban) sino que en la completa miseria.
A pesar de ello, me costaba aún creer que la gente pueda llegar a caer a un nivel tan bajo. Me costaba creerlo más por rechazo voluntario que incredulidad o esperanza. Y, quizás a modo de "enseñanza", me tocó vivirlo bien de cerca, cosa que no se me olvidara nunca más.
El día de hoy, se suponía que había que realizar una presentación de los trabajos de Metodología III. La fecha fue avisada hace algunas semanas ya, y ya había ordenado mis tiempos para, entre estudios, trabajos y demases, también presentar y terminar este trabajo, que ya varios dolores de cabeza me había dado durante el año. Así, el lunes en la noche me enteraba de que uno de los integrantes del grupo (del que éramos parte dos hombres y tres mujeres), a mi gusto el único realmente neutral y suficientemente racional, se había ofrecido a realizar la parte más compleja para todos, que era el cálculo y análisis de las puntuaciones obtenidas tras los test aplicados, en relación al objetivo del trabajo. "Perfecto" -pensé yo- "entonces yo por mientras corrijo las fallas que tiene el informe en cuanto a redacción o contenido, armo el powerpoint, y tenemos ese aspecto listo esperando los análisis y resultados, y con ello listos para presentar este miércoles".
Ayer martes, desde temprano en la mañana tuve que estar en la U, pues tenía que rendir la última prueba de Psicología Clínica y Asistencial, además de entregar dos trabajos relacionados a esa cátedra. Afortunadamente nos desocupamos temprano de ella, por lo que aproveché de ir a repasar y estudiar Psiquiatría, la otra prueba que tenía, desde aproximadamente las 10:45~11:00 am hasta casi las 13:00 hrs, hora en que fuí a almorzar, junto con dos compañeras que también debían rendir la prueba mencionada. Tras ello, y tras seguir repasando la materia, a las 15:00 horas rendí la prueba, y tipo 16 y algo salí de la misma, directo a casa a terminar lo que me correspondía para la presentación de método. Teniendo ya listo el powerpoint, comencé a pedir por e-mail los datos que faltaban (gráficos y sus interpretaciones) para añadirlos al powerpoint y al informe (además de aprendérmelos, pues en la presentación todos debían saber todo), mas los datos no llegaban. Esto se mantuvo hasta aproximadamente las 21:30~22:00 hrs., hora en que recibí un mail con mucha mala onda, con un set de aseveraciones totalmente equívocas, injustas y falsas, tras lo cual era notificado de que había quedado fuera de la presentación, y que todo lo mencionado en aquel set fue comunicado al profesor de la cátedra, para que supiera de mi situación. Sorprendido, corrí a llamar a uno de los integrantes del grupo (al que mencioné como el más racional antes), quien me planteó como fueron las cosas y me sugirió que fuera a las 11 am de hoy, para hablar el tema en grupo y ver que hacer.
Enrabiado, frustrado y por demás muy triste y sorprendido, me concentré en terminar el powerpoint y lo que podía del trabajo. A la par, no podía dejar de darme vueltas en la cabeza la pregunta "¿como puede haber gente tan maricona?". La misma pregunta que me hice con los casos anteriores ahora me tocaba vivirla en carne propia, quizás para de una vez asumir que la gente (no toda, claro está) es así, y que esos puñalazos por la espalda (que, si bien no es la primera vez que ocurre, no había sido antes de forma tan descarada y por demás injusta) son tan comunes casi como el respirar, y que no se puede confiar tanto u otorgar tanta confianza a los demás. Tragándome lo más posible la rabia, me fuí a acostar, aún esperando que hoy las cosas pudiesen resolverse con el resto del "grupo" como gente madura y civilizada.
10 para las 11, ya estaba en la facultad esperando al resto, que no veía llegar. Alrededor de las 11:40 noté que se habían juntado en el otro laboratorio de computación de la facultad, así que me acerqué a hablar con ellos. Pero, a pesar de la intervención del antes mencionado único integrante racional y mediador del grupo, las otras dos personas que ahí se encontraban (y en especial quien me mandó el mail antes mencionado) se negó rotundamente a cambiar de posición, inclusive haciendo oídos sordos a los intentos de mediar la situación o de mejorarla, y con ello, sentenciándome a perder el ramo, pues la nota de presentación era por demás vital para mi en pos de aprobar el mismo.
Antes de volver a casa (pues nada más tenía ya que hacer en la facultad), decidí ir a hablar con mi Profesor para contarle mi versión de los hechos, y que, si se forjaba alguna imagen mía, que fuera al menos conociendo todos los ángulos de la historia. Tras esperarlo un rato largo (pues se encontraba en reunión), pude conversar con él y plantearle la situación y mi versión de los hechos, a la par que, mezcla de la rabia y la frustración tanto del mail como de la situación, se me arrancaban algunas lágrimas de rabia o me cortaban la voz. Para mi alegría y tranquilidad, el profesor Gajardo me escuchó atentamente, y, comprendiendo la situación en que me encontraba, y analizando todos los datos que poseía, me otorgó la oportunidad de aún poder obtener esa nota en base a otra presentación, en este caso personal, a ser realizada de manera especial la próxima semana tras la prueba recuperativa de Psiquiatría. Así, lo que había comenzado como un día horroroso, poco a poco se tiñó más positivamente, gracias a la justicia y objetividad con la que el antes mencionado profesor obró.
Por siempre agradecido con ud., Profe Gajardo.
Finalmente, quiero aprovechar de agradecer a todas aquellas personas que, ante mi cambio de nick en MSN (expresando mi rabia muy notoriamente), inmediatamente vinieron a preguntar que me ocurría o que había pasado. Gracias a todos y todas por la preocupación demostrada, y por estar en los momentos en que uno más lo necesita, como son los momentos difíciles como este. Gracias mis queridos y queridas amigos y amigas, por su compañía, apoyo y soporte en todo momento fue lo que me permitió, más que nada, poder calmarme y enfriar la mente lo más posible, incluso hoy tras la negativa rotunda de permitirme exponer por parte del grupo. Y gracias también a aquellos que hoy me preguntan como me fué, o me preguntan aún el por qué de nick de ayer, así como a mis padres que estuvieron en todo momento preocupados y pendientes de mi y del desenlace de esta situación (aún cuando quizás la forma de demostrarlo no fue la mejor, ni mi primera reacción a ello tampoco, se que era por su gran preocupación. Los quiero mucho.)
Un abrazo grande para todos y un beso, para quienes corresponda (o lo quieran).
Luego de ello, se suscitó en el norte el terremoto que desplomó y destrozó los pueblos de Tocopilla, María Elena y Huara, por mencionar algunos. Junto con el desastre que ello implica, los aproximadamente doce muertos y más de cien heridos, se suscitaron dos hechos que me fueron por demás sorprendentes: una excesiva alza por parte de los vendedores de la zona en relación a los productos que ofrecían (el kilo de pan de 700 u 800 pesos a 1500, el agua a 7 mil pesos el bidón, etc.), y por otro lado, antisociales saqueando las pocas pertenencias que aún poseían los damnificados, y dejándolos ya no en la calle (donde ya se encontraban) sino que en la completa miseria.
A pesar de ello, me costaba aún creer que la gente pueda llegar a caer a un nivel tan bajo. Me costaba creerlo más por rechazo voluntario que incredulidad o esperanza. Y, quizás a modo de "enseñanza", me tocó vivirlo bien de cerca, cosa que no se me olvidara nunca más.
El día de hoy, se suponía que había que realizar una presentación de los trabajos de Metodología III. La fecha fue avisada hace algunas semanas ya, y ya había ordenado mis tiempos para, entre estudios, trabajos y demases, también presentar y terminar este trabajo, que ya varios dolores de cabeza me había dado durante el año. Así, el lunes en la noche me enteraba de que uno de los integrantes del grupo (del que éramos parte dos hombres y tres mujeres), a mi gusto el único realmente neutral y suficientemente racional, se había ofrecido a realizar la parte más compleja para todos, que era el cálculo y análisis de las puntuaciones obtenidas tras los test aplicados, en relación al objetivo del trabajo. "Perfecto" -pensé yo- "entonces yo por mientras corrijo las fallas que tiene el informe en cuanto a redacción o contenido, armo el powerpoint, y tenemos ese aspecto listo esperando los análisis y resultados, y con ello listos para presentar este miércoles".
Ayer martes, desde temprano en la mañana tuve que estar en la U, pues tenía que rendir la última prueba de Psicología Clínica y Asistencial, además de entregar dos trabajos relacionados a esa cátedra. Afortunadamente nos desocupamos temprano de ella, por lo que aproveché de ir a repasar y estudiar Psiquiatría, la otra prueba que tenía, desde aproximadamente las 10:45~11:00 am hasta casi las 13:00 hrs, hora en que fuí a almorzar, junto con dos compañeras que también debían rendir la prueba mencionada. Tras ello, y tras seguir repasando la materia, a las 15:00 horas rendí la prueba, y tipo 16 y algo salí de la misma, directo a casa a terminar lo que me correspondía para la presentación de método. Teniendo ya listo el powerpoint, comencé a pedir por e-mail los datos que faltaban (gráficos y sus interpretaciones) para añadirlos al powerpoint y al informe (además de aprendérmelos, pues en la presentación todos debían saber todo), mas los datos no llegaban. Esto se mantuvo hasta aproximadamente las 21:30~22:00 hrs., hora en que recibí un mail con mucha mala onda, con un set de aseveraciones totalmente equívocas, injustas y falsas, tras lo cual era notificado de que había quedado fuera de la presentación, y que todo lo mencionado en aquel set fue comunicado al profesor de la cátedra, para que supiera de mi situación. Sorprendido, corrí a llamar a uno de los integrantes del grupo (al que mencioné como el más racional antes), quien me planteó como fueron las cosas y me sugirió que fuera a las 11 am de hoy, para hablar el tema en grupo y ver que hacer.
Enrabiado, frustrado y por demás muy triste y sorprendido, me concentré en terminar el powerpoint y lo que podía del trabajo. A la par, no podía dejar de darme vueltas en la cabeza la pregunta "¿como puede haber gente tan maricona?". La misma pregunta que me hice con los casos anteriores ahora me tocaba vivirla en carne propia, quizás para de una vez asumir que la gente (no toda, claro está) es así, y que esos puñalazos por la espalda (que, si bien no es la primera vez que ocurre, no había sido antes de forma tan descarada y por demás injusta) son tan comunes casi como el respirar, y que no se puede confiar tanto u otorgar tanta confianza a los demás. Tragándome lo más posible la rabia, me fuí a acostar, aún esperando que hoy las cosas pudiesen resolverse con el resto del "grupo" como gente madura y civilizada.
10 para las 11, ya estaba en la facultad esperando al resto, que no veía llegar. Alrededor de las 11:40 noté que se habían juntado en el otro laboratorio de computación de la facultad, así que me acerqué a hablar con ellos. Pero, a pesar de la intervención del antes mencionado único integrante racional y mediador del grupo, las otras dos personas que ahí se encontraban (y en especial quien me mandó el mail antes mencionado) se negó rotundamente a cambiar de posición, inclusive haciendo oídos sordos a los intentos de mediar la situación o de mejorarla, y con ello, sentenciándome a perder el ramo, pues la nota de presentación era por demás vital para mi en pos de aprobar el mismo.
Antes de volver a casa (pues nada más tenía ya que hacer en la facultad), decidí ir a hablar con mi Profesor para contarle mi versión de los hechos, y que, si se forjaba alguna imagen mía, que fuera al menos conociendo todos los ángulos de la historia. Tras esperarlo un rato largo (pues se encontraba en reunión), pude conversar con él y plantearle la situación y mi versión de los hechos, a la par que, mezcla de la rabia y la frustración tanto del mail como de la situación, se me arrancaban algunas lágrimas de rabia o me cortaban la voz. Para mi alegría y tranquilidad, el profesor Gajardo me escuchó atentamente, y, comprendiendo la situación en que me encontraba, y analizando todos los datos que poseía, me otorgó la oportunidad de aún poder obtener esa nota en base a otra presentación, en este caso personal, a ser realizada de manera especial la próxima semana tras la prueba recuperativa de Psiquiatría. Así, lo que había comenzado como un día horroroso, poco a poco se tiñó más positivamente, gracias a la justicia y objetividad con la que el antes mencionado profesor obró.
Por siempre agradecido con ud., Profe Gajardo.
Finalmente, quiero aprovechar de agradecer a todas aquellas personas que, ante mi cambio de nick en MSN (expresando mi rabia muy notoriamente), inmediatamente vinieron a preguntar que me ocurría o que había pasado. Gracias a todos y todas por la preocupación demostrada, y por estar en los momentos en que uno más lo necesita, como son los momentos difíciles como este. Gracias mis queridos y queridas amigos y amigas, por su compañía, apoyo y soporte en todo momento fue lo que me permitió, más que nada, poder calmarme y enfriar la mente lo más posible, incluso hoy tras la negativa rotunda de permitirme exponer por parte del grupo. Y gracias también a aquellos que hoy me preguntan como me fué, o me preguntan aún el por qué de nick de ayer, así como a mis padres que estuvieron en todo momento preocupados y pendientes de mi y del desenlace de esta situación (aún cuando quizás la forma de demostrarlo no fue la mejor, ni mi primera reacción a ello tampoco, se que era por su gran preocupación. Los quiero mucho.)
Un abrazo grande para todos y un beso, para quienes corresponda (o lo quieran).
2 Comentarios - Click aqui para comentar!:
Ya te dije, dame direcciones y yo rompo piernas.
A mi compadre no me lo joden, por que voy yo y me los garcho.. por el ORTO
Pucha compadre, me alegro caleta que se haya arreglado.
Pico pa los conchesumadres que le hicieron la mariconada. Ojala se los violen a la salida del metro.
Hijos de puta.
Como siempre, un abrazo.
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